Este proyecto se planteó como un auténtico reto. Para ello, se realizó una reforma integral puesto que era necesario echar todo abajo y vaciar el espacio.
El resultado ha sido un total de tres habitaciones, dos baños, un trastero y un salón comedor. La línea que escogimos fue limpia y depurada mediante el predominio del blanco en las paredes y resaltando elementos mobiliarios.