Los espacios de trabajo han evolucionado de lugares parcelados, verticales, aislados, fríos… a oficinas  con mayor comunicación, más abiertos, horizontales, donde las sinergias entre compañeros y departamentos es de gran importancia.

De esta manera, es necesario convertir estos espacios en lugares cómodos como si se trataran de un hogar a través del interiorismo, el mobiliario, la distribución y los acabados. Todo ello contribuye a un mejor trabajo en equipo y un entorno más amable para el cliente, lo que se traduce en mayor productividad y beneficio. 

Algunas de las características de este concepto de Home Office son:

- Promueve la autonomía del trabajador, pues el espacio es capaz de ajustarse a los ritmos que necesita cada uno, determinando cada individuo cuál es la mejor manera de trabajar en cada momento.

- Crea entornos de reunión espontánea e informal como sucede en los hogares, alrededor de mesas altas, sillones, etc. pero sin dejar de lado, las tradicionales salas de reuniones que resultan fundamentales para ciertas comunicaciones.

- Una cabina de aislamiento para cuando es necesario alzar la voz como en llamadas telefónicas o videoconferencias, es decir, un lugar para no ser molestado ni molestar al resto.

- Una zona de descanso donde el trabajo queda en suspenso para poder desconectar por un momento para despejar la mente.

- Combina la luz natural con una luz artificial más amarillenta que impacta positivamente en el estado de ánimo y concentración de los trabajadores.

- Una vegetación que ofrezca color y belleza al espacio, hace de cualquier entorno un lugar más hogareño.