El interiorismo corporativo, una herramienta vital para tu negocio - Erakus

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La necesidad de las marcas de diferenciarse de su competencia y del resto del mercado hace indispensable que cada contacto con el cliente tenga una planificación detallada, incluso el diseño del espacio. Los clientes o consumidores potenciales también experimentan la marca a través de los espacios y lugares, así un buen interiorismo es una gran herramienta de fidelización.

El interiorismo corporativo se convierte en un instrumento de comunicación más, por el cual la empresa puede transmitir su identidad y valores, alcanzando diferenciación y preferencia frente al resto de la competencia, y en definitiva, mejorar los beneficios del negocio. Para instalar el interiorismo corporativo en los espacios de tu empresa, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

1. El primer contacto El local o lugar donde el cliente entra en contacto con la marca debe estar exento de barreras entre el consumidor y la empresa. El diseño de interior debe tender puentes entre ambos, hacer crear una experiencia memorable.


2. El mensaje El interiorismo corporativo debe comunicar la identidad y los valores de la marca y del producto en venta. Debe cargar el ambiente de sensaciones y emociones que ayuden a la entrega de dicho mensaje.

3. La diferenciación No basta con tener una identidad propia y diferenciada, también hay que saber trasladarlo al espacio comercial. No sirve de mucho una identidad fuerte, cuando el interiorismo del espacio es uno más entre miles. El interiorismo corporativo debe dar con los códigos adecuados para hacer llegar el mensaje.


4. La orientación al cliente Se debe crear un entorno cómodo y agradable para el cliente potencial, además de encontrar el lenguaje que mejor transmita el mensaje estratégico hasta el consumidor. Así, diseñar el espacio comercial es modular una comunicación entre cliente y marca.

5. La funcionalidad Hay que tener presente que el espacio debe ser práctico para desempeñar las tareas que allí se realicen; de esta manera debe haber un equilibrio fundamental entre la estética del diseño y la funcionalidad del lugar. Crear espacios comerciales bellos pero terriblemente incómodos es algo que se debe evitar a toda costa.