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Uno de los sectores más castigados por la pandemia es el hostelero; bares y restaurantes han tenido que bajar la persiana durante largos periodos, por lo que resulta esencial recuperar la confianza de los clientes. La única vía es adaptar los nuevos espacios a entornos seguros mediante el rediseño del interiorismo y de la gestión. A continuación, te damos unas pistas para que lo consigas: 

Básicamente hay que buscar una nueva distribución del espacio y de las mesas para facilitar el flujo de personas, aprovechando al máximo cada rincón del local.

Las áreas privadas y los espacios aislados del resto del local toman más importancia, puesto que crean un ambiente íntimo con el que se consigue una mayor sensación de seguridad y poca aglomeración.

El espacio de bienvenida, donde el cliente espera a ser atendido, es un lugar que ha de tomar mucha relevancia, ya que no solo permite dar una mejor y más cálida bienvenida al consumidor, sino que posibilita un control más exhaustivo del aforo. Así, esta primera toma de contacto debe estar bien diseñada, orientada y ubicada.

La tecnología debe ser una aliada que reduzca los puntos de contacto entre clientes y el personal. Además de los códigos QR para ofrecer la carta, también hay que incorporar otros dispositivos que queden bien integrados con el espacio.

Obviamente, la limpieza debe ser frecuente y concienzuda, para ello hay que optar por materiales fácilmente higienizables; además no basta con hacerlo, también hay que comunicarlo con carteles para transmitir aún más seguridad y confianza.

 Los pedidos de comida para llevar son una realidad que ya no es ajena para nadie, de esta manera es necesario implementar mejoras, tanto en espacio como en recursos, para que este servicio se impulse de una manera óptima.